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miércoles, 2 de enero de 2019

Nueve buenos propósitos sencillos para mejorar tu salud en 2019

Bienvenidos a la semana de los nuevos objetivos y los buenos propósitos. Desgraciadamente sabemos que muchas de esas buenas intenciones no pasarán de las próximas semanas, ¡y no tiene por qué ser así! El truco, creemos, está en adoptar nuevos hábitos poquito a poquito, sin poner nuestra vida patas arriba sino introduciendo cambios graduales más fáciles de mantener.
Por ejemplo: ¿quieres que 2019 se centre en mejorar tu salud? Pues aquí van algunos pequeños cambios que puedes ir probando y adoptando poco a poco este nuevo año.

1. Muévete un poquito más

Si te ves con ganas y voluntad para prepararte una maratón, ¡adelante! Pero si crees que una meta tan ambiciosa es demasiado para ti, no te agobies. Empieza por subir el último piso andando en vez de en ascensor, o bajándote una parada antes del metro o el autobús para completar tu trayecto a pie.
La actividad física es parte de una vida saludable, pero no hace falta que sea una actividad extenuante y, sobre todo, no debes empezar directamente por una actividad física extenuante si tu anterior nivel de ejercicio era nulo o casi nulo. Cualquier aumento, por pequeño que sea, repercutirá positivamente en tu salud, así que busca pequeños objetivos que te resulten sostenibles en el tiempo y tu salud te lo agradecerá.

2. Aprende una receta al mes

Una forma de mejorar lo que comemos es hacerlo nosotros mismos, pero hay que reconocer que no todo el mundo tiene los conocimientos, el tiempo o las ganas de meterse en la cocina. Con suerte esa gente tiene otra cerca que sí disfruta cocinando, pero un reparto desigual de las tareas domésticas tampoco es una gran solución.

Así que un propósito de año nuevo puede ser aprender y practicar una nueva receta cada mes. Todo el mundo puede afrontar ese reto, por muy pocas habilidades culinarias que tenga, y eso puede hacer que nos animemos a cocinar más. Si además perfeccionamos nuestro repertorio, podremos cocinar para familias y amigos y devolver el favor a los que normalmente se encargan de esta tarea. Para que te animes, aquítienes todas las recetas sencillas y saludables que vamos publicando en Vitónica.

3. Prueba nuevas frutas y verduras

Puede formar parte de propósito de cocinar o puedes hacerlo aparte. ¿Cuántos productos hay en la frutería que nunca has probado? Seguro que más de uno, ya sea por su apariencia exótica, porque las recuerdas con desagrado o simplemente porque no eres muy aventurero en lo que a vegetales se refiere.

Pues es hora de lanzarse. Pídele al profesional de la frutería esos productos que nunca has probado y quizá pueda darte algún consejo sobre cómo sacarles partido. Anímate especialmente con los productos de temporada.

4. Usa protector solar a diario

Los rayos del sol son necesarios para una vida saludable porque nos ayudan a conseguir los niveles de vitamina D que necesitamos para estar sanos, pero en dosis excesivas son responsables de muchos daños a la piel que pueden desembocar en un caso de cáncer de piel.

Por eso una buena forma de cuidarse es aplicarnos una crema con protector solar a diariotambién en los días que parecen nublados o en las épocas que no se corresponden con mayor exposición al sol, ya que incluso en esos momentos, la piel puede sufrir daños que un protector solar puede evitar.

5. Dedica un rato cada día a relajarte

El estrés es otro gran enemigo de la salud, relacionado con trastornos alimenticios, problemas del corazón y enfermedades mentales. Nuestro día a día no siempre nos pone fácil combatir el estrés, pero hay algunas cosas que podemos hacer para reducirlo.

Una de ellas es dedicar todos los días un rato a relajarnos, idealmente antes de acostarnos. Puede ser con ejercicios de respiración, una ducha templada, ejercicios como el yoga o simplemente leyendo un libro que disfrutes. Sea como sea, encuentra una forma de dedicarte un rato a ti mismo.

6. Mejora tus hábitos de sueño

Enlazando directamente con el punto anterior, mejorar tus hábitos de sueño puede ser una forma eficaz de cuidar de ti mismo este año nuevo. La mayoría de nosotros no dormimos tanto como deberíamos, y muchos, además, no dormimos del todo bien.

Crea rutinas que te ayuden a conciliar el sueño, como acostarte siempre a la mismo hora, sacar la tele de tu habitación o no mirar pantallas de luz blanca ni hacer comidas copiosas ni ejercitarte justo antes de irte a dormir. Mantén tu dormitorio silencioso y templado sin que haga mucho calor. Una ducha templada puede ayudarte a relajarte justo antes de irte a dormir.

7. Busca alternativas al alcohol

El alcohol es malo para tu saludaunque sea con moderación. Olvídate del mito de la copita de vino buena para el corazón. No es cierto. Así que una forma de cuidarte sería eliminar el consumo de alcohol este 2019 o, por lo menos, reducirlo. Así que busca alternativas para esos momentos que normalmente llenamos con una bebida alcohólica.

Tes e infusiones, agua con gas, café, cócteles sin alcohol... Aquí tienes una selección de alternativas al alcohol que pueden ayudarte a conseguirlo.

8. Deja de fumar

Vale, esto quizá no es un pequeño cambio, sino uno bastante grande. Pero, si todavía fumas, plantéate que este 2019 puede ser el momento de dejarlo.

Fumar está asociado a un mayor riesgo de enfermedades pulmonares, de corazón, cerebrovasculares, de piel, metabólicas y mentales. El efecto del tabaco es inmediato y directo por muy poco que fumes, pero por suerte el efecto beneficioso de dejarlo** es igual de inmediato.

Piensa además que los beneficios de dejar de fumar no se dan solo sobre tu salud: se dan también sobre la de los que te rodean, que dejarán de ser fumadores pasivos a tu lado, y también sobre tu bolsillo (fumar es cada vez más caro), sobre tu aspecto (la piel y los dientes también se resienten) y sobre la impresión que causas sobre los demás (el olor que deja el tabaco es muy desagradable para los no fumadores).

9. Reduce los alimentos ultraprocesados

Si pudiésemos darte solo un consejo... sería este: en 2019 reduce tu consumo de alimentos ultraprocesados, esos que compras ya preparados y en los que no se pueden distinguir los ingredientes originales. Platos preparados, bollerías, refrescos, chocolates, postres azucarados... Son solo algunos ejemplos.

A mucha gente le preocupan estos alimentos por los aditivos alimenticios, pero de hecho el principal problema no es ese, sino que suelen llevar grandes cantidades de azúcar, harinas refinadas, sal o grasas de calidad cuestionable. Esto contribuye a desequilibrar nuestro metabolismo y contribuye al riesgo de obesidad y sobrepeso.

Sí, sabemos que es difícil prescindir de ellos por su conveniencia y precio. Pero merece la pena si lo que nos estamos jugando es mejorar nuestra salud en 2019.

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